The third Chapter and the last of this adventure to Russia
Si has llegado hasta aquí de casualidad
te invito a que leas mis entradas anteriores,
para que entiendas como y desde donde llegue hasta aquí.
Para que entiendas por que lo deje todo.
Si has estado siguiendo este viaje desde el principio,
agradezco tu compañía,
Como sea que hayas llegado a leer esto,
te pido por única vez que dejes un comentario,
sin dudas me servirá para mejorar,
para aprender,
para seguir
con este proyecto bloggero viajero
que fue tomando forma día a día.
Gracias.
Serguei, el bratan!
Una noche como cualquiera en Moscú, y el mismo viaje en metro de una hora de todos los días para regresar al hostel.
A veces el recorrido se hacía muy largo y para amenizarlo esa noche me calce los auriculares y le di play a algún álbum de rock nacional.
Fue justo en frente del hostel donde me escucho llegar cantando algo en español aquel que se convertiria en mi "Bratan".
Este contador de 31 años, vecino del hostel, casado y con dos hijos me escucho llegar cantando en español y se acerco a preguntarme si era Argentino.
Su español, producto de su interés autodidacta es suficientemente bueno como para ser entendido cuando uno le pone un poquito de voluntad.
Una de las lecciones basicas aprendidas en la niñez es no conversar con extraños, menos cuando estas tan lejos de tu hogar, así que converse con el un ratito antes de disculparme por cortar la charla y entrar al hostel.
Pero al par de días el "Bratan" regreso a invitarme a tomar cerveza.
Obvio que lo primero que pensé fue decir no, no es común que un extraño se acerque de la nada a invitarte a cerveciar, sin embargo algo en el me daba un mínima confianza como para dejar de lado los prejuicios y aceptar la invitación.
Gracias a eso me hice de un amigazo, más que un amigazo un hermanazo, pero un hermanazo en ruso, entonces de un "Bratan".
Este hincha perro del Lokomotiv de Moscú, se transformo en mi profesor de ruso, pero del mal ruso, las malas palabras.
Ahora además de las pocas palabras de ruso básico que aprendí antes de llegar se una catarata de insultos y malas palabras.
Amante del vodka, y en general de la buena mala vida, fue un digno merecedor de la camiseta de talleres que le regale y la que ahora tiene puesta todo el día.
With Serguei, My "Bratan"
El mendocino salvador
Como conté en el capitulo 2, a veces la calle Nikolskaya se transformaba en una fiesta donde el orden y las reglas no estaban invitadas, así fue como yo también termine haciendo pis en ese portón negro que la gente había convertido en baño público.
Fui solo, mientras mis amigos estaban comprando algo que comer por ahí.
Cuando termine la tarea, me acomode la ropa y al darme vuelta un numero incontable de policías, creo que ocho, me rodeaba.
No recuerdo en qué idioma empezaron el regaño policial y el pedido de explicaciones de por qué carajo estaba meando ese portón.
Claramente no tenía ninguna buena excusa para justificarme más que decir que me estaba meando, como lo explico en ruso!?
Estaba regalado y en mi cabeza ya me imaginaba en el aeropuerto siendo deportado.
De la nada me toman del brazo y me dé un tirón alguien me saca de la ronda de cobanis.
Me salvo un mendocino que me dijo: "te vi tan solo y rodeado de policías que tuve q ir a ayudarte".
No se tu nombre, fue mi error no preguntartelo, pero gracias mendoza!.
Espíritu Ruso
Mi Bratan querido, Serguei, y su amigo Illya nos invitaron a mí y mis amigos a tomar unas cervezas por la tarde y cuando el hambre nos llego a todos, Illya, también vecino del hostel nos invito a su departamento a comer y conocer a su padre.
Exmilitar de la URSS que nos enseño con el pecho inflado de orgullo su antiguo saco militar rebalsado de medallas, nos recibió como duques en su casa. Besos y abrazos para todos por parte del viejo choborra y risueño.
No tardo ni diez segundos en poner sobre la mesa su mejor botella de Vodka y repartir vasitos para todos.
Allí fue donde aprendí que el vodka casero es la versión ruda del comercial.
Claro su 54% de volumen de alcohol hace parecer un chiste al 40% con los que vienen las botellas comerciales.
Allí fue donde aprendí que lo mínimo son tres copas y donde aprendí que antes de irse siempre hay que dejar lugar para un último trago, el famoso "pasashok".
La hospitalidad del padre de Illya fue total y mi valentía para enfrentar esa botella de vodka casero fue recompensada con un cumplido por parte de todos:
"tienes espiritu ruso".
Sonregi en Moscu
No recuerdo
cuando fue que ella me escribió por primera vez.
Y si, ella me escribió a mí y no al revés como suele suceder.
Tampoco se aun por que lo hizo, que fue lo que la convenció en mi perfil couchsurfing.
En perfecto
español ella me envió un mensaje donde me explico que aunque no podía hospedarme de todas
maneras le gustaría conocerme y juntarnos algún día para recorrer la ciudad.
No dude
un solo segundo en responderle, SI!!!
Así
terminamos amigos, yo de ella, ella de mis amigos, mis amigos de sus amigos.
Todos
juntos celebramos en el centro de Moscú el día que Rusia derroto a España y
todos juntos sufrimos los penales contra Croacia.
Cuando
mis amigos regresaron a Argentina, me invito a quedarme unos días en su departamento, donde vive con su novio(el tipo al que más envidio en el mundo).
Me despedi de ella en San Petersburgo, donde vinimos a pasear durante un fin de semana. Quien sabe si alguna vez volveré a ver de nuevo a la chica mas bondadosa y divertida que he conocido (eso mordiéndome la lengua para no decir nada de su hermosura ni de su dulzura)
Lamento en esa despedida no haberla abrazado todo lo que me hubiese gustado, ni haberle dicho en persona todas las cosas lindos que pienso y siento por ella.
A veces hay que saber cuando las palabras no suman nada y simplemente recurrir al silencio.
Si la vida me cruzara de nuevo con ella no lo se, pero ya estoy agradecido por que sin preguntarme la coloco en mi camino y el tiempo que pase con ella fue precioso.
No puedo pensar en ella sin sonreír, y eso ya dice mucho.
Me Mata by Kapanga