jueves, 12 de julio de 2018

La Burbuja Bielorrusa



Entrando en la Burbuja:

El bus que me llevaría a Homel se detuvo en la frontera ucraniana, claro lo primero era salir de Ucrania como italiano antes de entrar a Bielorrusia como argentino.
Pero no iba a ser tan fácil, porque para lograr entrar en esta ex nación soviética primero seria necesario superar todas las exigencias impuestas por sus oficiales de policía, de pobre ingles pero de gran vocación vigilante.
Estos oficiales de la ley coronados con gorras de ridículas proporciones empezaron por exigirme un seguro medico, pero no aquel que ya tenía contratado, sino otro exclusivamente brindado por ellos y cuyo valor es proporcional a la cantidad de días que uno pretende permanecer en Bielorrusia.
Total 6 euros por 6 días," No cash, credit card, credit card".
Paso la tarjeta y recién después siguieron indagando sobre mis planes.
Adonde piensa ir después de Homel?
Conteste que a Minsk.
Y a donde ira después de Minsk?
A Moscú dije.
Y quizás ese fue mi error, porque inmediatamente me dijeron, "World Cup!" y empezaron a exigir que les presentara la credencial del Fan ID, credencial que se obtiene al comprar una entrada.
Claro que no lo tenia...o mejor dicho sí, falsificada, en digital y dentro de la compu.
A partir de ese momento comencé a pasear mi notebook de aquí para allá, tratando de demostrar a la tropa de policías que se amontonaba para resolver mi caso, que tenia esa maldita credencial, y que solo necesitaba llegar a Moscú para retirarla personalmente de uno de los centros de entrega oficiales de la FIFA.
Decir que sude la gota gorda es poco, hasta que por fin un oficial petiso de ceño fruncido, que investigaba el código de la credencial detrás de un monitor de tubo noventoso, me dio el ok.
Adelante, al scaner de equipaje, donde luego de una breve interrogación acerca del contenido de mi mochila, las puertas de la burbuja bielorrusa se abrieron para mi.

Homel y la banda Libanesa:

A esta pequeña ciudad estudiantil llegue por la noche, comiendo las frutillas que me habían regalado ese mismo día por la tarde mientras en vano intentaba hacer dedo en una ruta ucraniana.
Muerto de hambre y sin nada de batería en el celular.
Lo único que tenía que hacer era localizar a Mohamad, mi nuevo anfitrión.
Me descolgué del autobús en lo que supuse era el centro de la ciudad, y a partir de allí me largue a caminar en búsqueda del primer lugar con wifi donde poder cargar el celular para contactar a Mohamad.
Si encontraba de paso donde comer algo seria el paraíso, claro siempre que aceptaran tarjeta de crédito porque de efectivo en rublo bielorruso no tenía un solo centavo.
Lo que encontré fue una cafetería con todas las características y prestaciones buscadas, solo que llegue tarde, y ya habían cerrado la cocina, por eso tuve que conformarme con un café mientras llamaba a Mohamad, que no se hizo esperar y en menos de 10 minutos estaba alli.
Lo primero que me explico era que Homel era una ciudad pequeña y a veces muy aburrida, donde se podía ir caminando casi a todos lados.
También me dijo que entendía que yo estaba cansado por el viaje y todo eso, pero que aun así iríamos a una fiesta de cumpleaños, así que me pidió que juntara fuerzas. Con tal de comer algo yo iba súper feliz.
Llegamos a un departamento donde me recibió una banda de pibes libaneses, todos estudiantes de medicina de entre 19 y 25 años.
Me recibieron con el himno argentino y se fueron presentaron como Dybala, Higuain, Messi, Aguero, etc.
Un dato no menor en esta historia es que estos chicos (musulmanes) estaban en medio de la celebración del Ramadan, lo que significa que solo pueden comer y beber durante la noche, ósea durante las escasas 6 horas de noche que hay aquí, desde las 22 a las 4 am. Eso durante los treinta y tantos días que dure Ramadan.
Por eso cada cena se convierte en un festín, claro todo menos alcohol, eso esta prohibido durante las 24 horas por el momento.

El mate árabe:

A causa del ramadán Mohamad rechazo mi invitación a tomar mate durante el día, pero me explico que ya sabía de que se trataba, que tomaba mate, y que no era ninguna novedad para el.
Es más, para mi asombro este pibe abrió la alacena y saco de allí un paquete de yerba pipore rojo, el mate y la bombilla.
Mi asombro fue total, y aun faltaba la mejor parte, aun mas sorprendente fue ver este otro paquete de yerba mate en árabe!
Al parecer nuestro querido mate trascendió las fronteras rioplatenses y de alguna manera llego a oriente medio.

Brilla para mi Minsk:

En tren llegue a Minsk, donde me esperaba Marina, mi siguiente anfitriona de CS.
La verdad ya no recuerdo cuantas horas de viaje fueron necesarias para recorrer esos 300 km que separan Minsk de Homel, como sea me las dormí a todas, imposible no caer dormido con el sonido del tren.
Como de costumbre llegue muerto de hambre y cuando me baje del tren fui directo al primer local de comida que encontré...un Mc Donalds.
Tome coraje para comer una hamburguesa del payaso y arriesgándome a sufrir otro ataque de dolor estomacal a causa de la ulcera polaca le entre a la hamburguesa sin pensarlo demasiado, después de todo necesitaba también conectarme a wifi, pero algo malio sal.
Para conectarse a wifi en Minsk, necesitas primero recibir un código vía sms a un chip de numero bielorruso que claramente yo no tenía.
Así que deambule por la ciudad hasta que encontré unos adolescentes que hablaban ingles y que me prestaron su número de teléfono para recibir el código.
Por fin pude escribirle a Marina para decirle que había llegado a la ciudad y pedirle las indicaciones para llegar a su dpto.
Yendo hacia su casa, me sorprendió la limpieza de la ciudad. Es extraño no encontrar colillas de cigarrillos en las veredas, hay personas encargadas de limpiarlo todo, todo el tiempo, llegan al punto de limpiar los tachos de basura con trapos para que reluzcan.

Marina, la genia Bielorrusa:

Quede encantado con esta chica bielorrusa, es una genia.
Los días que me tuvo en su casa, estuvo muy ocupada, con mucho trabajo, sin embargo siempre se hizo un ratito para acompañarme a recorrer la ciudad, enseñarme algo de ruso, contarme de la cultura bielorrusa, de su historia, compartir una comida, etc.
Hablamos tanto en ingles como en español y a veces no puedo recordar en qué idioma hablamos de cada cosa.
Antes que yo, ella también ha hospedado a otros argentinos, casualmente de córdoba, así que el mate tampoco fue novedad para Marina, alguien antes que yo se encargo de hacerle probar el mate y hoy ella lo adora, hasta tiene todo lo necesario para cebarse ella misma unos amargos.
Fue espectacular compartir con ella tantas ideas, tantas maneras de ver el mundo.
Recuerdo que lo primero que le dije cuando llegue a su casa fue que no entendía como el mundo esta tan jodido si hay tanta gente buena en todos lados, y ella...es otra prueba de esto.
Para intentar explicar que tan genial es Marina puedo contarles que cuando le dije que mi plan era ir a Moscú, pero que me preocupaba no tener hospedaje todavia, ella me dijo, "mi prima vive en Moscú!, voy a preguntarle si puede hospedarte"
Y la respuesta fue si!
Finalmente, y un día antes de que comenzara el mundial, Marina me acompaño a tomar el blablacar que me llevaría a la capital rusa. Ahi la abrace tan fuerte que temo haberle fisurado una costilla.
Eternamente en deuda con ella, ojala algún día nos volvamos a encontrar.

Minsk, Belarus, the cleanest city ever.

With beautiful buildings and parks.

Victory´s  Square, the main place in Minsk.

Argentina and the lebanese gang.



Yerba Mate Kharta, I can´t believe this.

Thanks so much Mohamad and his friends.

Really, thanks guys, all you are awesome.

Marina, hope see you again, sometime somewhere. Thousand times thanks!








Rusia: Capitulo 3

The third Chapter and the last of this adventure to Russia Si has llegado hasta aquí de casualidad  te invito a que leas mis entrad...